jueves, 23 de octubre de 2014

"CUENTOS DE MAMITA"

LOS CUENTOS DE MI ABUELA
JUANA PRIMERA DE MARÍN,” MAMITA “
Escribe: Egly Colina Marín-Primera




Santa Ana de Paraguaná, pueblo de la península de Paraguaná, en donde para los años 50,  carecíamos del preciado líquido y de las ventajas de la electricidad, pero, en cambio, nos unía un sentimiento de confraternidad: vivíamos entre compadres, abuelitos y muchos tíos postizos, pues nos unía un lazo muy superior al de la consanguinidad.

Siendo propicio el momento, o la hora y, dada la carencia de luz en el poblado...
era frecuente entre  los vecinos, el sentarse, frente de sus casas o esquinas para dar rienda suelta a la creatividad ingenua y solemne … 

...a las doce de la noche salen las ánimas … allí sale un ahorcado… en aquel sitio cerca del matapalo de Perfecto Petit hay una luz brillante, eso indica que hay un entierro de morocotas… por lo que no causó extrañeza el gran hoyo que apareció un día cualquiera en el sitio indicado. Fue una época dorada ...

Según palabras de MAMITA:
Doña Blanca, madrina de mi mamá Carmen Marín, primera enfermera de la población, poseía  una bondad muy grande en su corazón, siempre compartía sus sabrosos suspiros, el pepermín, y sus saludos tempraneros  para saber cómo había amanecido su comadre Juana.
Caso similar era Doña Cachía quien bien temprano, hacía llegar a su hija Trinita para dar los buenos días y compartir algún alimento ricamente preparado por ella.

Acuéstense temprano… sentenciaba Mamita, quien al voltear la cabeza desde la puerta del zaguán, veía la hora en un reloj cucú de la sala, y acto seguido, recogía su silla y lo mismo debían hacer las hijas o yernas visitantes. Acto seguido colocaba detrás de la puerta una barra de hierro por seguridad y hasta cierta manera... defensa ante un posible seretón o robador de gallinas, ya que poseía unas muy finas y gustosas.

Así transcurrían nuestros días en donde solo la luna, las nubes o el viento eran motivos suficientes para la elaboración de fantasías infantiles.